El sulfato de magnesio es una sal inorgánica que comúnmente se comercializa como “sales de Epsom”. Estas sales son solubles en agua y muy eficientes cuando existe una deficiencia de magnesio, ya sea mezclándolo en el sustrato o mediante aplicación foliar.
Aplicación foliar es una técnica para suministrar nutrientes aplicando la sustancia directo sobre las hojas para que estas la absorban. No cualquier fertilizante puede ser aplicado de esta manera, debes saber lo que haces porque puedes quemar la planta.
En jardinería y agricultura, las sales de epsom son utilizadas para corregir carencias de magnesio o sulfuro. La ventaja de estas sales por sobre otras aditivos de magnesio como la dolomita es su alta solubilidad, lo que también abre la posibilidad de la aplicación foliar.
También cuenta con la ventaja de que es casi neutral en cuanto al pH, por lo que aplicar esta solución de sulfato de magnesio en casos de carencias casi no modificará el pH de tu sustrato.
Aplicación Foliar de la Sales de Epsom
- Antes que nada deberás calentar el agua para mejorar aún más la solubilidad.
- Luego agregas 1 cucharaditas por cada 1 litro de agua.
- Rocía las hojas abundantemente con esta solución, lo suficiente para cubrirlas por completo (también por debajo), pero no es necesario que les chorree el agua.
Es importante no mojar los cogollos, la absorción no será ideal y la humedad extra puede atraer hongos y arruinar tu cultivo.
Sin importar si cultivas en interior o exterior, espera hasta las horas de oscuridad antes de rociar tus plantas. Las bajas temperaturas y la oscuridad favorecen la absorción. Además, las gotas de agua pueden generar un efecto lupa que hará que la luz o rayos del sol quemen las hojas.
Aportando magnesio de esta forma te asegurará una rápida recuperación de tus plantas de marihuana.
[Nota: Si estás preparando el sustrato tu mismo, puedes agregar 1 o 2 cucharaditas de sulfato por cada 4 litros de sustrato.]
